Los radiadores de calefacción central son elementos indispensables en nuestros hogares, especialmente durante los meses de invierno. Estos radiadores funcionan mediante la transmisión de calor proveniente de la caldera a través del agua. Sin embargo, para garantizar su correcto funcionamiento, es importante realizar un mantenimiento adecuado. En este sentido, una de las partes fundamentales de un radiador es la llave del radiador, también conocida como detentor. En este artículo, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre la llave del radiador y por qué es importante instalarla en tu sistema de calefacción central.
¿Qué es un detentor?
El detentor es una válvula que se encuentra en uno de los extremos inferiores del radiador y tiene como función principal regular el flujo de agua que circula por el radiador. Esta válvula permite cerrar el flujo de agua durante trabajos de mantenimiento, obras o al sustituir el radiador. Además, también se utiliza para realizar el equilibrado hidráulico de los radiadores.
Importancia de instalar un detentor en el radiador
En las instalaciones antiguas de calefacción central, era común que los radiadores no contaran con un detentor. Esto implicaba que, en caso de avería, era necesario vaciar toda la instalación de agua hasta un nivel inferior al piso donde se encontraba el radiador afectado. Esto no solo suponía una gran pérdida de agua, sino que también se debía introducir agua nueva, la cual podía ocasionar daños a la instalación debido a su alto poder de corrosión.
Por esta razón, es recomendable instalar un detentor en cada radiador de tu vivienda. Esto te permitirá independizar cada radiador del resto del circuito en caso de incidencias, evitando molestias y costes innecesarios. Algunos de los problemas que se pueden evitar al contar con un detentor son:
- Evitar que el agua siga fluyendo desde el retorno, incluso cuando se cierre la llave de entrada al radiador. Esto facilita la realización de intervenciones en el radiador sin tener que vaciar toda la instalación.
- No será necesario vaciar toda la instalación en caso de avería, obras en la vivienda o cambio de ubicación de los radiadores. Esto evita la pérdida de agua y los posibles problemas de corrosión que puede ocasionar el agua nueva introducida en la instalación.
Es importante destacar que la instalación de detentores en radiadores de calefacción central debe ser realizada por profesionales cualificados para garantizar un funcionamiento óptimo de toda la instalación.
Otras partes importantes de un radiador
Además del detentor, existen otras partes importantes en un radiador que conviene conocer:
- Cuerpo del radiador: Puede estar fabricado en diferentes materiales, como hierro fundido, aluminio, chapa de acero o tubos de acero. También puede tener diferentes formas constructivas, como paneles o elementos.
- Purgador o válvula de purgado: Se utiliza para expulsar el aire acumulado en el circuito de los radiadores. Se gira la válvula de purgado hasta que salga agua, lo que indica que se ha expulsado todo el aire.
- Válvula termostatizable: Es una de las partes fundamentales de un radiador. Se encuentra en la entrada de agua del radiador y puede ser de simple reglaje, doble reglaje o dinámica.
- Cabezal termostático: Es el elemento encargado de regular el caudal de agua en función de la diferencia entre la temperatura ambiente y la temperatura deseada.
Potencia de radiadores y flujo de agua
La potencia de calefacción de los radiadores depende de la temperatura del agua que llega desde la caldera, del caudal de agua que circula por el radiador y de la temperatura ambiente del local donde se encuentra situado. La potencia de los radiadores aumenta con el incremento de la temperatura del agua o del caudal, y disminuye cuando disminuye la temperatura o el caudal.
Es importante que la potencia de calefacción sea suficiente para cubrir las necesidades del edificio en condiciones de bajas temperaturas exteriores. Por lo tanto, la red de calefacción cuenta con elementos de regulación que ajustan la temperatura del agua en función de las condiciones exteriores.
Consejos para una calefacción eficiente
Si deseas optimizar el consumo de energía de tu sistema de calefacción y lograr un mayor ahorro, te recomendamos seguir estos consejos:
- Ajusta el encendido de calefacción al horario real de ocupación de las viviendas. Apaga la calefacción por la noche, ya que una temperatura de 15-17 grados centígrados es suficiente para dormir confortablemente.
- Si tienes una casa con mala aislación térmica, puedes dejar la calefacción encendida por la noche a una temperatura de 15-17 grados centígrados para evitar que la temperatura caiga demasiado.
- Durante el día, ajusta el termostato a una temperatura de 20-21 grados centígrados y utiliza ropa de abrigo para estar en casa.
- Utiliza ropa de abrigo para estar en casa, baja las persianas por las noches para evitar la fuga de calor y corre las cortinas para evitar el frío desde los cristales.
Recuerda que por cada grado centígrado en que se incrementa la temperatura de un edificio, el consumo energético aumenta en un 7%, al igual que el gasto en calefacción y las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
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