Problemas con la cerradura: causas y soluciones

Si la cerradura de tu puerta no funciona correctamente, no es solo una molestia. Los problemas con las cerraduras de puertas exteriores o de garaje pueden impedirte acceder a tu hogar y pueden causar problemas de seguridad que ponen en riesgo la seguridad de tu familia. Por lo tanto, si una cerradura está rota, no querrás dejarla así durante mucho tiempo.

Índice

¿Por qué no funciona mi cerradura de puerta?

Los problemas con las cerraduras de puertas suelen ser causados por un mecanismo de cerradura o un conjunto de pestillo defectuoso, pero hay varias razones comunes por las que las cerraduras dejan de funcionar:

  • La cerradura está seca o sucia.
  • No encaja correctamente en la puerta.
  • El pestillo y la placa de la cerradura no están alineados.
  • El mecanismo de la cerradura está congelado debido al clima frío.
  • La perilla de la puerta está suelta.
  • La llave está rota en la cerradura.

¿Por qué mi cerradura de puerta está suelta?

Las cerraduras de puertas pueden aflojarse debido al frecuente giro de la perilla de la puerta. Este problema común con las cerraduras de puertas a menudo afecta a las puertas interiores con perillas de puerta con llave de estilo de palanca, especialmente aquellas en habitaciones de uso frecuente como dormitorios y baños. Este problema puede ser exacerbado por los miembros de la familia que giran regularmente la perilla demasiado lejos o por los niños que se cuelgan de las manijas de las puertas.

Una cerradura de puerta suelta también puede ser resultado de un mecanismo de cierre deslizado, lo que impide que las partes internas de la cerradura se conecten correctamente.

Qué hacer si tu cerradura de puerta no funciona: 5 soluciones comunes

Cuanto antes detectes un problema con la cerradura de la puerta, mejor será la oportunidad de poder solucionarlo por tu cuenta, así que no ignores problemas menores como una cerradura suelta o una cerradura que se atasca al girar la llave. Aquí hay varias formas sencillas de solucionar problemas comunes con las cerraduras de puertas sin llamar a un profesional.

Cerraduras de puerta pegajosas

Si tu cerradura de puerta o cerrojo se pega, puede ser debido a la sequedad o a la acumulación de suciedad. Para una solución sencilla, prueba a aplicar grafito en polvo o un aerosol lubricante de teflón seco en el ojo de la cerradura para que la cerradura se mueva. Las puertas exteriores, que están expuestas a los elementos, pueden beneficiarse de un limpiador de cerraduras comercial pulverizado en el ojo de la cerradura para disolver la suciedad o los escombros. El aire comprimido también se puede utilizar para desalojar la suciedad de la cerradura.

Llaves rotas en la cerradura

Si tu llave se rompe en la cerradura, es posible que puedas agarrar el extremo expuesto con unas pinzas de punta fina y tirar suavemente para sacarla. Si la llave no se extiende lo suficiente como para agarrarla, inserta con cuidado un trozo de hoja de sierra de calar cortada en la ranura para enganchar la llave y sacarla. Si la llave todavía está atascada, saca el cilindro de la cerradura y empuja la llave hacia afuera insertando un alambre rígido en la ranura trasera. También puedes llevar el cilindro a una tienda de cerrajería local para que te quiten la llave.

Cerraduras de puerta congeladas

Si vives en un clima frío, tu cerradura de puerta puede congelarse, lo que te impide insertar o girar la llave. Para calentar rápidamente tu cerradura, intenta usar un secador de pelo o calentar tu llave con el calentador de tu coche o en una olla de agua caliente. Los aerosoles deshieladores de cerraduras comerciales también son efectivos y se pueden comprar en la mayoría de las ferreterías.

Cerraduras de puerta sueltas

Si tienes cerraduras de puerta con manijas de palanca, es posible que se aflojen con el uso diario, lo que crea problemas de bloqueo. Para ajustar las cerraduras, alinea las manijas de la puerta a ambos lados de la puerta y fíjalas temporalmente con cinta adhesiva o pide a alguien que las sostenga mientras trabajas. Una vez que las manijas de la puerta estén alineadas correctamente, aprieta los tornillos hasta que estén al ras con la perilla de la puerta, reemplazando los que estén desgastados o rotos.

La llave no gira

Si tu llave no gira en la cerradura, el problema puede ser simplemente una llave mal cortada. Prueba la cerradura con una llave que se haya cortado en otro momento para asegurarte. Si la llave no es el problema, intenta lubricar la cerradura con grafito en polvo o un lubricante a base de silicona.

Si puedes girar la llave cuando la puerta está abierta pero no cuando está cerrada, es posible que el problema sea la alineación de la puerta o la cerradura. En estos casos, es posible que también notes que tu puerta no se cierra correctamente. Para solucionar una puerta desalineada o suelta, aprieta los tornillos de la bisagra de la puerta para corregir cualquier hundimiento.

Si la llave todavía no gira, es posible que sea necesario reposicionar la placa de la cerradura, lo cual se puede lograr desenroscando la placa de la cerradura y colocándola de manera que el perno de la cerradura se ajuste correctamente dentro de la placa de la cerradura.

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Cuando los problemas con las cerraduras de puertas requieren el servicio de un cerrajero profesional

Las piezas móviles de las cerraduras eventualmente se desgastan. Por lo tanto, si ninguno de estos arreglos sencillos funciona, es posible que tu cerradura necesite ser reparada o reemplazada por un profesional. Si estás experimentando alguna de las siguientes situaciones, debes llamar a un cerrajero profesional:

  • Toda la cerradura gira cuando intentas usarla.
  • Tu cerradura atascada no responde después de lubricarla.
  • No puedes sacar una llave que se ha roto dentro de la cerradura.
  • La llave gira, pero la cerradura no funciona.
  • Tu cerradura ha sido dañada durante un intento de robo.
  • Tienes preocupaciones de seguridad y quieres instalar un cerrojo.
  • La cerradura es antigua y necesita ser reemplazada.

Los cerrajeros profesionales tienen las herramientas y el entrenamiento adecuados para hacer el trabajo de manera eficiente y correcta para garantizar la seguridad de tu hogar y tu familia, así que no dudes en llamar a un profesional si lo necesitas.

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